lunes, 23 de marzo de 2009

En trenes se escribe


En trenes se escribe y se borra el blanco de la hoja, blanco que significa virginidad de letra, asi como una treceañera que busca caricias y desea ser escrita.
Mi hoja treceañera es suave y lampiña, blanca y dócil, solo se recuesta y se deja hacer, no se resiste a los empellones de mi vieja birome, gastada, casi sin tinta y con mas letras que la imprenta de Gutenberg. Ambas se mueven rítmicamente al antojo de mi mano y del vagón del Urquiza. Antes dije que en trenes se escribe y se describe esta relación lujuriosa, y procreativa entre mi blanca hoja treceañera y mi fálica birome negra comprada en el subte. Ambas darán a luz una poesía, un cuento quizá , y si están muy inspirados y con un par de copas encima el revolcón será tal que engendrarán una novela, el clima del vagón influye, es obvio, y si llueve se ponen cachondos y la hoja está húmeda y dócil. Si viajo en furgon y hay olor a porro en el aire saldran unas psicopoesias psicoactivas. Lo mejor es cuando no hay luz, cuando se trata de escribir al resplandor de un reloj Casio con calculadora, tarea que emprenden los que compulsivamente necesitamos sacar cosas de adentro, eyacular versos o palabras para que no crezcan adentro nuestro, así como sacar la pus de un granito verdoso. Pasamos por debajo de puentes y la luz se entrecorta, parece cosa de locos, escribimos a la luz de un reloj o de un celular, o en un caso de dejadez total la mano vaga en la oscuridad del vagon, solo repasa lo que ve cuando chupamos el cigarro y la hoja treceañera y alegremente mancillada por la birome se tiñe de rojo o naranja, por unos segundos es espectro puteril de letras indecentes, y ya no es la nena, o mejor dicho si, es la ex nena, la ex hojita blanca que dio el mal paso, como la costurerita... es una mujer ya, una hoja escrita que no tiene problemas en que la birome que todo-lo-corrompe pase a mancillar a su compañera, el vagón adquiee un frenesi sexual-literario y ella quiere compartir esto con las demas, con otra hojita blanca y treceañera que entre la velocidad y el quetren-quetren se abre alegremente, ofreciendo su blancura al trazo gueso de la Bic. Las volutas del humo del tabaco las perfuman y salen hechas todas una mujeres escritas, pintadas, niñas tatuadas con versos que nadie cree y a nadie importan, que solo son la alegría momentánea del voyeur creador, de la mano que guia y acompasa la pequeña orgía en que negras biromes quitan la virginidad a blancas hojitas treceañeras.
Esto sucede
Cuando en trenes se escribe
Y me encanta...

3 comentarios:

Pablo Distinto dijo...

Saludos Xergito!



Sigue usted con ese estilo inigualable, certero, practico, barrial.



Leyó:


Pablo Terrible

juan dijo...

sigue usyed con ese estilo muchacho,caliente, borracho, orgasmico,y el puto aroma de la calle que te lo da andar y andar, llorar , olvidar, sentirse morir y al dia siguiente volver a arrancar,
porque no hay tiempo de parar....

un abrazo

se conmovio , casi borracho empedernido por las hembras calientes..

juan borges

Meli dijo...

Tal cual...Su estilo es muy particular y fascinante!!

"Cuando en trenes se escribe
Y me encanta..."

A mi tamb. Beso Xer

*Meli*