lunes, 14 de junio de 2010

Un Flash Breve: Maria y Fermin en el Sarmiento

Ser madre soltera, trabajar en el microcentro y no tener adonde dejar a su hijito es un problema que parece irresoluble, pero Maria fue siempre tosca, desde chica, desde que se crió como pudo, desde que hizo de madre de su hermano, que ahora anda paqueando y de joda, ella en silencio mira como se transforma en un zombi
A los 16 años tuvo a Fermín, su pequeño compañero. El padre del nene obviamente se borro después de una noche cachaquera. Se comió todo el garrón sola, el de criar a un hijo y a un hermano, el de laburar, el de ser la puta del barrio para las viejas que no tienen nada que hacer salvo comentar…

Ahora viajan juntos en el Sarmiento a las 7 de la mañana, Fermín duerme con la cabeza apoyada sobre sus piernas, la Mochila de Ben 10 esta ahí, desparramada por el piso. Para poder viajar sentados ella se levanta temprano, le prepara la leche a las corridas, lo cambia semi dormido y salen, toman el tren en Merlo, el que va hasta Moreno, así se aseguran de viajar sentados, apenas se sientan Fermín ya se duerme, ella mira como la gente va cambiando, como el tren se vacía y luego se llena al llegar a la terminal. Hace dos estaciones hacia atrás y en Moreno el tren ya esta lleno, antes de salir, antes de llegar. La gente que sube putea, mira como no hay lugar, como se tienen que comer una hora de viaje parados, como las vacas, comiéndose apoyadas, codazos, pedos y demás regalos que la gente se propina mutuamente.

Maria y Fermín duermen, ajenos a la estupidez humana y la cumbia que suena en el parlante del celular vecino. El Sarmiento devora distancias y atraviesa Morón, Ramos, Liniers con sus calles mugrientas y pibas con perfume Impulse que sonríen, siempre sonríen. Caballito anuncia un amanecer que va rompiendo la negrura del invierno y su puto frío, Maria acaricia la cabeza de su hijito, el entra al jardín a las 8, ella entra a trabajar 8 y diez, pasaran todo el día separados, hasta las 6 de la tarde, hora en que ella lo pasa a buscar y se lo lleva, dormido nuevamente hasta la Terminal Once para mañana comenzar otro día igual.

El tren llega, como siempre, todo llega, la gente se mata, Once estalla a las 7 y media, bajarse del tren es una hazaña, hombres con bolsos de trabajo que empujan, Dominicanas que desayunan en el Ugi´s antes de entrar a laburar a los saunas de Perón al 2500, mas cumbia, mas diarios gratis en la estación, todo eso puede esperar.

-Dale Fermín, llegamos hijo, levantate…
- ….
-Dale hijo que llego tarde- La mochila sigue desparramada en el piso, entre los papeles de chicles y caramelo
-Mamá tengo sueño, quiero dormir

Y mientras María ve como la gente se aleja y el tren se vacía, acaricia la cabeza de su hijo, sabe que va a llegar tarde y el jefe gordo le va a romper las bolas, pero su amor es mas fuerte que los relojes, se acomoda en el asiento del vagón vacío y le dice

-Bueno papi. Solo 5 minutos más…

4 comentarios:

Meli dijo...

Amore...guauuu...impresionante.
Se me venian a la cabeza, imagenes tal cual lo describis... es una osadia.
Me gusto mucho!!!
Besote corazon!!

Unknown dijo...

Enorme... gracias por abrir tu cabeza, por soltar tu verba... por compartir tu mirada.

©Claudia Isabel dijo...

Una historia conmovedora por lo real; todos tenemos una Maria cerca, muy cerca; esa que pelea a pesar de tener tanto en contra y tanto a favor como el amor de un hijo.
Gracias por relatarnos esta bella historia.
claudia, desde la Perla.

Xergito dijo...

gracias Mel tu palabras las tengo en mis oidos siempre

gracias por pasar Sietepalabras ,..regrese pronto!

Que bueno leerte Clau! tanto tiemo paso desde las juntadas de HUMO.. como desde la Perla? ya no mora por Palomar?