Fue tan fulero, amor,
tirarte por el balcón.
No quise hacerlo, pero tenía que
Odiaba de corazón tus juegos detectivescos
y tus celos y tus reproches.
El vacío del balcón te llamaba, te abrazaba
y mi mano se cargó de frustración
y amor, y odio, y empujó tu cuerpo
violenta suma de sentimientos
“Vení, miremos el atardecer desde el balcón”
me propusiste
zorra y mentirosa
Cuántos atardeceres habrás visto sin mí
y desde hoy no vas a ver mas nada
salvo el cemento reventando tus ojos
y la ciudad se ve tan extraña desde acá
ya no la habitas mas.
Sí, voy a entregarme al juez y confesar
la maté porque la quería
y en la celda voy a escuchar
un cassette de Julio Iglesias
“...lo mejor de tu vida
me lo he llevado yo...”
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4 comentarios:
Xer, alguna vez ganas no faltaron de hacer realidad esa fantasía, jajaja...algunos si la hicieron realidad, como tu personaje!
Me recuerda el principio del fin de mi ídolo, adorado: Carlos Monzón...(no te rías, amo el boxeo)
cuando se le ocurrió la impulsiva idea de revolearla por el balcón y se cagó la vida...igual que el personaje de esta historia...lamentable!
Excelente relato.
Besos
y amigo , aunque uno ame aveces la exacerbacion de la pasion nos lleva a la violencia....eso esta mal ?????????
¡Qué narrador jodido! jajaja
Y bueno, el que busca encuentra, y parece que esta chica encontró el fuerte abrazo que el balcón y el cemento le tenían preparado.
Te invito a visitar mi blog.
Un abrazo,
Pablo
Este escrito es de los míos!!! van por el lado que pateo.
Me gusta.
Saludos compañero.
Paso:
Dioniso
Paz
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