No matarás al prójimo
No comerás carne roja
Quitarás de tu cabeza sueños delirantes
de pesebres incendiados
de chanchos crucificados
de Jesús mutilado blandiendo una motosierra
No verás a los machos cabríos pelear
hasta romper sus cráneos
con sus propias cornamentas
No pensarás en sexo
supremos actos de fornicación perversa
No leerás a los malditos
No dejarás que tu mente vague
endrogada por pensamientos suicidas
No te entregarás en cuerpo y alma
a los tambores tribales
No
No creo
No serás mi hijo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario